Daniel Delgado Lorenzo

L0S AÑOS OCHENTA

A comienzos de los años ochenta se inició una discusión reformista muy intensa. Entre las iniciativas de política europea y propuestas de reforma presentadas en esos años merece especial consideración el proyecto de Tratado de la Unión Europea, que fue aprobado por el Parlamento Europeo el 14 de febrero de 1984 por gran mayoría.

Con este proyecto de tratado el Parlamento Europeo emprendió un salto cualitativo hacia la Unión Europea. El proyecto contemplaba las siguientes materias:

La transferencia de nuevas competencias a la Unión, que penetraban hasta ámbitos centrales de la política de los Estados. Entre ellas, por ejemplo, la política económica y monetaria, la política social y sanitaria, así como las cuestiones de la seguridad, de la paz y del desarme en el ámbito de la política exterior.

La función legislativa se realizaría a través de una especie de sistema bicameral similar al de un Estado Federal. El objetivo de este sistema era el de establecer un equilibrio entre el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión (compuesto por miembros de los gobiernos nacionales). Este proyecto no se ratificó por los parlamentos nacionales pero gracias al mismo, los Estados miembros se vieron obligarlos, por fin, a confesar ante los ojos de los ciudadanos el grado de compromiso con que abordaban la continuación de la construcción europea.

Los gobiernos de los Estados miembros de la CE, en sus conferencias de junio de 1984 en Fontaineblean y de junio de 1985 en Milán adoptaron la iniciativa de política europea del Parlamento Europeo y sumaron pasos concretos a las meras declaraciones de intenciones que habían realizado hasta entonces. Los jefes de Estado o de Gobierno decidieron dar una nueva dimensión a la unificación europea a través de dos acciones que discurrirían paralelamente.

La primera se refería a la reforma institucional de la CE. A este propósito se creó el “Comité Dooge”, compuesto por representantes personales de los jefes de Estado o de Gobierno. La función del “comité Dooge” consistía en elaborar propuestas destinadas a mejorar el funcionamiento de la cooperación europea en el seno de la CE y de la CPE.

Mediante una segunda acción los jefes de Estarlo o de Gobierno pretendían tomar en cuenta de manera más intensa las preocupaciones e intereses de los ciudadanos de la Comunidad y llegar de esta manera a una “Europa cercana a los ciudadanos”. Así mismo crearon un comité que recibió el nombre de “Europa de los ciudadanos”. Sus actividades consistían en estudiar las posibilidades de una actuación común en ámbitos como la educación, la salud, el derecho y la lucha contra las drogas y contra el terrorismo, así como en buscar puntos de apoyo para realizar avances en dirección hacia una Unión Europea.

Las investigaciones del Comité de “Europa de los ciudadanos” sirvieron de base para las deliberaciones del Consejo Europeo que se celebró en Milán a finales de junio de 1985. Allí se marcó la vía hacia la Unión Europea mediante:

La creación de un espacio económico sin fronteras,

El fortalecimiento del sistema de la cooperación política europea, incluyendo las cuestiones de la seguridad y de la defensa

El mejoramiento de las estructuras de decisión de la CE a través del fortalecimiento del Parlamento Europeo.

Un hito esencial en el camino de la integración europea fue el Acta Única Europea, que entró en vigor el 1 de julio de 1987. El preámbulo de este Acta destaca como objetivo general la creación de una Unión Europea a cuya realización deberán contribuir la CE y la CPE. Así mismo se establecen expresamente las condiciones jurídicas que eran necesarias para la realización de un mercado interior europeo, y para reforzar la cooperación en la política de medio ambiente, de investigación y de tecnología. En el aspecto formal nos encontramos con modificaciones y adiciones a los Tratados fundacionales de la CE. La tercera parte del Acta Única Europea está dedicada a la cooperación en política exterior que con el Acta única adquiere una cobertura jurídica.